El primer día del mes, optamos por acercarnos al extranjero (menos mal que nos queda Portugal) para hacer una ruta que además de internacionalizar el grupo, nos daría una perspectiva “desde el otro lado”. No nos defraudó. Así partimos, desde Valença do Minho, 7 bicinenazas (Julián, Luis, Monfer, Nano, Miguel, Jose y Eligio). El día pintaba frío de entrada, pero el sol se fué animando y fue acompañándonos buena parte del camino. Primero subimos al Monte Faro, desde donde pudimos disfrutar de unos paisajes expléndidos. Eso sí con las consiguientes nubes a modo de manto cubriendo todo el valle. ¡Estábamos más altos que las nubes! Se podría decir que hacíamos la foto desde un avión. Seguimos subiendo hasta el Castelo das Furnas e hicimos un pequeño descanso para repostar en un parque muy original entre rocas que bien parecían réplicas de los gigantes cervantinos. Aquí se precipitó sobre nosotros una buena granizada de la que nos pudimos acoger precisamente debajo de esas inmensas rocas.
Por una pista empedrada y muy, muy rápida comenzamos a bajar lo ascendido (“perdiendo cota”, como dice Julián) y a tomar un cafecinho para ahuyentar el frío del aguanieve que nos vino acompañando todo el descenso.
Ya una vez entrados en calor, continuamos en busca de la ecopista que nos llevaría hasta el punto de partida: Valença. Fue una ruta agradable: buenas vistas, buena compañía, un poco de todo (niebla, sol, granizo, lluvia…). Nos supo a poco. El Bacalhau quedó aplazado. Volveremos.
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jueves, 1 de abril de 2010
Castelo das Furnas un paraje que nos dejó atónitos por su belleza
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Una buena ruta y unas duras subidas,pero también con unos buenos descensos y las vistas impresionantes,y como no un buen café en no menos buena compañia.Buena ruta Jose y como nos tienes acostumbrados buena crónica Eligio.
ResponderEliminarY como siempre fantásticas fotos de Nano!!
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