Fecha: 27/03/2010
Hora: 09:00
Lugar: Casa de Pepe
8 Bikers: Christine, Roger, Miguel, Eligio, Nano, Julian, Manolo y Jose
Crónica Breve:
A las 9:15, tal como habíamos quedado, nos concentramos todos en el lugar convenido y comenzamos a pedalear, sabiendo que nos quedaba una larga jornada. Ascendimos hasta S. Cibrán y de allí a Pinzás. El día era propicio. No había visos de lluvia y el sol (como toda esta temporada) no apretaba. Continuamos hasta el Alto da Pedrada y allí paramos a tomar un pequeño avituallamiento y a admirar las hermosas vistas. Al fondo... la desembocadura del Miño con el Monte Tecla coronando la escena. Parecía lejííííssssiiiimooossss... ¡Qué barbaridad! ¿Allí vamos a llegar? Bueno, ahora con el refrigerio parece que subieron un poco los ánimos. Así que...ADELANTE. "No hay dolor" era nuestro grito de guerra. Así fuimos serpenteando por las crestas de la montaña hasta llegar al alto-mirador "Niño do Corvo". Allí se impone una parada. Las vistas lo merecen. El Tecla parece más cerca... aún así... Girando la vista a la derecha distinguíamos la zona de los "Molinos do Folón e do Picón". La cascada que formaba , supongo que el Folón, al bajar entre las montañas y la tapería al fondo... Seguimos descendiendo (es un decir, porque las bajadas siempre eran para arriba) y por unos cortafuegos y luego una pista en muy mal estado a causa de la cantidad de broza de los árboles con que estaba alfombrada hasta llegar a un río, cruzarlo y ya enfilando A Guarda como destino. El hambre apretaba y había que ir pensando donde satisfacer las llamadas que nos enviaba.
Después de una curva encontramos un restaurante que nos hizo presionar los frenos y acercarnos a ver si nos admitían, aún en el estado que llevábamos (porque el barro no perdona...). Después de las negociaciones oportunas, entramos y nos encontramos con un magnífico salón para nosotros solos... El sitio prometía. A ver los elementos...
Al final acertamos. Nos trataron de maravilla. Comimos bien, estuvimos a gusto y el camarero aún practicó algo de alemán con Christine, ya que había estado en Suiza emigrado. Café, charleta... y, hala, chicos, que hay que seguir. Así que levantamos el campamento y a continuar la ruta, aunque con un poco más de sobrepeso, pero ya llegaba la zona menos complicada. Así que lo cogimos con bastante ánimo. Tanto que nos dedicamos en todo el tramo desde A Guarda hasta Playa América a sprintar como si a la meta estuviéramos llegando. Por el camino no pudimos resistir el parar a admirar a una buena pandilla que realizaba parapente y más adelante en el Monasterio de Santa María de Oia a admirar el entorno y la magníca iglesia y convento que están restaurando. Ya desde aquí, cogimos la bici y hasta Baiona, donde algunos golosos no perdonaron los magníficos helados que allí se toman. Les acompañamos estoicamente y a continuación proseguimos hasta nuestro destino. Mi marcador decía que había recorrido 83 Kilómetros. Magnífica ruta. Esperamos hacer más de estas.
Algunas fotos:
La Ruta:
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Pues nada, pedazo de ruta, pedazo de comilona, pedazo de postre y por supuesto pedazo de compañia.....¡¡¡MADRE MIA LA QUE ME HE PERDIDO!!!.
ResponderEliminarBueno espero que se repita, jejejeje.
Saludos.
Iñaki
Hola Iñaki,
ResponderEliminar¿Qué tal por las Batuecas? Ya ves, por aquí no paramos de disfrutar!!! ¡ Cómo estaba el helado!
Saludos
Magnífica crónica Eligio!!!
ResponderEliminarPreciosa ruta.
ResponderEliminarSaludos.
Los 80km estan superados,y he visto a todos los componentes del grupo muy preparados,el nivel va subiendo.
ResponderEliminar¿para cuando los 100....?jejeje